Con algo tan maravilloso a la par que serio como vuestra boda, es importante tanto para mí como para vosotros que leáis este texto, de esta forma podréis comprender mejor cómo y que hago. Solo os pido que me concedáis cinco minutos de lectura, aunque ni siquiera sea para escogerme, leed:
Lo primero, si habéis llegado hasta aquí, hasta mí, gracias. Gracias por dedicarme parte de vuestro tiempo, pero para evitar que tanto como vosotros como yo lo perdamos he de deciros que los mails y propuestas del tipo “Solicito presupuesto y numero de fotos”, “Querría saber cuanto nos saldría si eliminamos la preboda”, “Quiero presupuesto para un par de horas” o “Solo quiero unas poquitas fotos de la ceremonia” etc los descarto directamente por la sencilla razón de que no suele ser gente que este buscando un tipo de fotografía en concreto, sino una cifra.
El amor no son cifras, los recuerdos, tampoco. Debéis entender que por mi forma de ser, pensar y trabajar, no pretendo venderos un “pack de fotografía de boda”. Pretendo llegar, conectar con parejas que comprenden lo que hago y porqué lo hago, lo que me implico y lo que doy en una boda. Personas para las que su boda sea algo especial y personal, no una “típica boda industrial” donde todo sea tradicional e impersonal.
Mí única intención es que comprendáis que si puedo decir que mi trabajo es especial, es porque las parejas protagonistas sois especiales y vuestra forma de crear e implicaros en vuestra propia boda también lo es cuando me la confiáis. NECESITO conectar con esas parejas que se implican ambas partes hasta la medula para disfrutar de ese día con la importancia que tiene.
Es increíble la emoción que se puede llegar a imprimir en fotografía cuando te une un vinculo especial y humano con esas parejas. Cuando te eligen porque saben que pueden ser ellos mismos y que en parte un cachito de ti está en cada una de las tomas de su reportaje. No pretendo ser políticamente correcto o “bienqueda” con todo el mundo, aunque ello me lleve a perder bodas, en el fondo son bodas que como he dicho no me interesa hacer, solo quiero ser sincero. Si una boda no es personal, si no os volcáis en cuerpo y alma en vuestro día, le ponéis todas las ganas del mundo en que sea un día feliz, cañero y divertido, no podéis pretender tener recuerdos mágicos. La magia no la fabricamos los fotógrafos, simplemente nos encargamos de capturarla. La magia ese día sois vosotros y lo que os rodea. Nuestras fotografías, nuestro “arte”, no son nada sin vosotros, sin que estéis en vuestro día disfrutando, riendo y gozando al 200%. Sin los protagonistas de esa película llamada amor cuyo fin por todo lo alto es ese día tan especial.
Deja que te haga una sencilla pregunta:
¿Cuánta importancia tienen para ti los recuerdos?
Si la respuesta para es “MUCHA”, sigue leyendo.
MI TRABAJO
Yo soy el responsable de escribir una historia en imágenes, una historia pura, natural, artística y sincera. Una historia donde sus protagonistas, que sois vosotros, no se vean forzados a posar, mirar o teatralizar ridículos posados infinidad de veces, sino que lo que se vea sea única y exclusivamente lo que hay, vosotros, vuestra persona, todo lo que rodea ese gran día y vuestro amor. En estado puro. Sin adornitos ni composiciones “cutres” fruto de cuatro horas de retoque con photoshop, sin buscar la fotografía tradicional en las que premian unas firmas sobre un abrazo, o una foto de “DNI” sobre un beso que surge por la pura necesidad de dároslo en cuanto os miráis. No soy el enemigo, y aunque la mayoría de mis parejas vienen con “es que nosotros posar… como que no…”, dejadme deciros que si la idea es “que pase el día lo mas rápido posible”, o si eres esa parte de la pareja que dice “no si es su día… yooo…noooo…” no soy vuestro tipo de fotógrafo. Todos los ejemplos que encontraras en esta pagina, en el blog no son arte de magia, son parejas que han puesto todas sus ganas en disfrutar de ese gran día con los suyos, y gracias a esas GANAS, el resultado ha podido ser así. ¡Esto es un juego de equipo! Y vosotros sois parte de ese equipo.
Como podéis ver si pincháis en la pestaña “Quién soy” mi fotografía se caracteriza por dos cosas: la primera el estilo: de autor, dando mi visión personal a esos grandes momentos, y la segunda una aptitud: La empatía.
Cada pareja, cada persona, cada boda, cada planificación, cada situación son un mundo, y como tal merecen una atención especial, única. No hay dos bodas iguales, ya que no hay dos parejas iguales y cada una de mis parejas recibe un trato personalizado y adecuándome a su persona y personalidad, dentro de que seáis parejas que huyen de lo convencional, de las bodas tradicionales y de que todo el mundo mande en vuestra boda sobre vosotros.
Atrás quedaron esos tiempos de banquetes de boda en salones con paredes verdes o amarillas, atrás quedaron esas bodas en juzgados o ayuntamientos con un horrible salón de plenos lleno de cables y extintores para ser el teatro de actuación un día tan especial, atrás quedaron esas fotos de familia hasta con el apuntador empleando el cocktail para “refrescar” a los invitados mientras los novios no se mueven de un punto como si estuvieran ante un pelotón de fusilamiento, huimos de esos lugares donde los novios se sientan en sillas que parecen sacadas de juego de tronos, o a los que el sitio “les impone” cortar una tarta horrorosa con una espada sacada de “Conan el barbaro”. ¿En serio? ¿Alguien ha pensado en algún momento de la historia que la novia está deseando sentarse en un trono a un metro de su pareja sin posibilidad ni de tocarse? ¡¿de verdad?!
No, mi forma de trabajo huye de ese tipo de bodas y lugares, y abraza a “los nuevos novios”. Esos que comparten la idea de que la fiesta comienza en el cocktail, pero las risas desde los preparativos (no voy a buscar una foto de como te rizan la pestaña si puedo obtener un abrazo con tu hermana o mejor amiga). Esos novios que no ves mirando a cámara o teatralizándo escenas porque están haciendo lo que quieren en cada momento, no posando para una foto. Esas novias que son mas tigresas que princesas y visten como tal, luciendo cómodas y elegantes y no con un vestido sacado de una película de Disney, y que quieren disfrutar de su día desde el momento en el que las están maquillando, y esos novios que tienen claro que no son “un complemento” en el día, sino el 50% del equipo de protagonistas de esa preciosa historia (y que dicho sea de paso huyen de los trajes brillibrilli, los chalecos encerados que deslumbran y los corbatones estilo siglo XVIII, menos es mas en este caso) ¿Vestiros el uno al otro? ¡Si así lo queréis, porqué no! ¿First look? Fan absoluto. ¿Entrar juntos a la ceremonia? ¡Claro! De la mano de tu padre compartiendo así los nervios y no del brazo al estilo tradicional ¡Perfecto! ¿En mitad de un bosque? ¡Mejor! ¿Una boda industrial? ¡Dale! ¡Eh! ¡Es tu día, hazlo-como-quieras!
En el fondo y a modo resumen podría decir que mi forma y filosofía de trabajo y comprender las bodas es más una forma de 2022, no de 1999, y pretendo conectar con novios que también lo ven así y que tienen claro que el único “protocolo” a seguir es el de pasarse el mismo por donde todos sabemos. Personalidad. Eso, es lo que le pone a una boda carácter y magia, la personalidad de la pareja.
En mi trabajo, si hay un común denominador, que las fotografías las saco de una manera concreta: de corazón, y si vosotros estáis con el vuestro totalmente volcados en vuestro momento, y habéis puesto el vuestro en mimar vuestra boda, os puedo asegurar que lo que queda para el recuerdo es magia.
Si así lo queréis, juntos buscaremos empezar a conseguir esa magia unas semanas antes de vuestro día. La sesión PREBODA no es obligatoria, pero desde mi experiencia durante todos estos años, la preboda puede resultar una herramienta fundamental para crear ese vínculo de corazón y conseguir desarrollar esa empatía entre vosotros y yo.
Nos comunicamos cara a cara, rompemos el hielo, perdéis el miedo a esa “cosa negra” (cámara) que hace “clac-clac-clac-clac” constantemente, a la gente que mira, incluso os olvidáis de mí pero sobre todo, sobre todo, nos permite conectar a nivel humano, reímos, me contáis cosas, detalles… Ya os he dicho que no puedo llegar a la boda como un desconocido. Quiero que sepáis que el día de la boda seré un invitado eufórico más que estará compartiendo con vosotros uno de los momentos más felices de vuestra vida y además estaré dejándome el corazón en inmortalizarlo de una manera muy íntima y personal. Mi forma de fotografiar es desde la forma en la que mis ojos ven el mundo. Seré yo a título personal quien esté en cada momento de ese día con vosotros. Solo hay que organizar las cosas un poquito y con tiempos de sobra, de esa manera cubro desde una única visión de autor todo, los preparativos de ambos, las lágrimas de familia y amigos, los detalles, la finca, los abrazos, las charlas, las risas … yo escribo el día de vuestra boda como si de un libro se tratara, narrando con mimo y detalle cada momento, cada capítulo lleva mi firma, y si, entiendo que quizá que el novio se vista una hora más tarde sea mas cómodo para su familia, quizá estar preparados una hora antes de la ceremonia os parezca exagerado, pero la experiencia dice lo contrario, mejor que sobre, que no que falte, 15-30-60 minutos pasan volando, relajaros y disfrutad, es vuestro gran día. Mis parejas entienden que esa hora no importa en comparación con el resultado global que obtienen, eso es lo que quedará para la eternidad, los recuerdos.
Llegado este punto quiero dejar una cosa clara sobre que fotografío y que no fotografío: Me veréis buscando la risa floja de esa amiga que lee en la ceremonia, la lágrima de ese amigo que parecía el más “durito” del grupo pero ese día…, la emoción, el abrazo sincero de tu mejor amiga, el besazo de película que os plantáis nada mas veros por esa mera necesidad de tocaros el uno al otro para templar así los nervios una vez estáis juntos, el momento que pasa desapercibido y en general cualquier circunstancia relevante que ocurra alrededor de los protagonistas de la historia y quien más interactúa con vosotros. Voy a dejarme la piel en que esos detalles queden plasmados de la forma más bonita que se pueda dentro de toda esa locura de movimiento constante y continua acción de un día así, ¡eso podéis tenerlo claro! Que NO me veréis haciendo: perseguir gente por la finca para hacer fotos mirando a cámara por parejitas o similar, sacando las mesas en el comedor una vez comience el convite, colocando gente para fotos de grupo, o incitando a grupitos en el cocktail para que manteen al novio, lo cojan en volandas, hagan un brindis de mentira o esa foto que jamás he comprendido en las que los amigos tiran de el intentando hacer que “huye” de ella. En general, imágenes casposas, antiguas y que aunque pretendan ser la gracia no tengan ninguna.
¿CUÁNTO VALEN LOS RECUERDOS?
Como os he dicho al principio, pretendo ser sincero, y quizá hemos llegado al punto en el que más parejas se puedan enfadar por mis palabras. No os lo toméis a mal, no pretendo eso. En el fondo se que la mayoría en su interior me acaba dando la razón. No es porque yo sepa mas que nadie, es simplemente porque lo digo con el conocimiento de causa de la experiencia que la propia gente te transmite. No invento nada nuevo, más bien pretendo facilitaros algunas cosas que se dan muy a menudo en torno a una boda.
En muchas ocasiones, buscando hacer algo espectacular, gastamos cientos de €uros en tonterías. Fuentes de chocolate a razón de 400€/unidad que sirven de poco más que adorno, coches de alta gama por 1000€/día para utilizarlos realmente 15 minutos, una barra libre hasta horas en las que nadie podría por naturaleza seguir despierto después de ese día con costes superiores a los 5000€ etc y luego pretenden encontrar un fotógrafo a la altura de su gran día al precio de la fuente de chocolate. Es lo que yo defino como priorización: respeto totalmente a quien prefiera gastar 6000€ en un vestido de novia, y luego 1800€ le parezca caro por los recuerdos que perduraran para siempre. Pero esa no es el tipo de pareja que quiero tener frente a mi cámara. Pasados tres meses o cinco años, esa serie de detalles quedan olvidados, y lo que quedan son los recuerdos inmortalizados. A quien busque esos recuerdos, a quien les de la importancia que tienen igualmente para mi, a ese tipo de parejas son a las que quiero acompañar en su día.
Lo primero que voy a hacer llegados a este punto es recomendaros echar mano de profesionales (weddings & events planners, por ejemplo) ya que gracias a ell@s conseguiréis por mucho menos dinero mucho más rendimiento en cada detalle del día, tened en cuenta que nosotros vivimos docenas de bodas al año, sabemos muchos más “truquejos y secretos” que vuestra “tía esa que tiene una carpeta en pinterest de cosas cuquis”. (Además tener un/a director/a de orquesta coordinando a todos los proveedores que estamos en vuestro día hace que toooooooooodo vaya sobre ruedas, ¡y no sabéis lo que se agradece!)
Y respecto a los recuerdos…lo que de verdad os va a hacer recordar ese día, serán los instantes que inmortalice vuestro fotógrafo (y videógrafo). ¿¿¿Después de algunos de estos gastos desorbitados realmente compensa cambiar totalmente el punto de vista de vuestros recuerdos por ahorraros 400-600-1000€??? Lo que os pido es que consideréis a los fotógrafos y videógrafos con la importancia que realmente tienen. No por mí, es más, si encontráis a un compañero que realmente os llene la vista y el corazón, cuyo trabajo os enamore, os toqué y conectéis con él de manera especial, aunque cueste cientos de €uros más, aunque tengáis que traerlo de la otra punta del país, ¡o incluso de fuera! …Si realmente su forma de narrar un día así os enamora, os animo a que lo/la elijáis a él/ella.
Yo quiero, es más, ¡¡¡YO BUSCO Y BUSCO QUE ME BUSQUEN!!! parejas que valoren realmente ese día y den a los recuerdos la importancia que realmente les corresponde. Bodas especiales, con todo el corazón que podáis ponerle. Para esas parejas necesito ser mas que una tarifa a pagar, un “colega” responsable de contar su historia. De inmortalizar su día.
Al igual que no entiendo de bodas “porque toca”, totalmente impersonales o “dirigidas por padres o asesoradas por tíos”, tampoco entiendo de precios que fraccionan un día así dividiéndolo en “escenas”.
Para mí la boda empieza cuando comienzan los preparativos de una de las partes de la pareja, hasta el momento en el que la fiesta pone el broche de oro a vuestra historia, ¡en ocasiones en bodas de destino puede que todo empiece incluso días antes!
Los detalles, la preparación de los novios, el montaje, las lágrimas de las mejores amigas de la novia al verla con el vestido recién puesto preguntando “¿que tal estoy?”, los nervios previos aplacados con alguna copa de champagne, el novio ayudando a colocar cosas, las risas con los amigos, los abrazos de tu compañero y amigo desde la infancia diciendo “aun no me puedo creer que tu te vayas a casar”, los besos de familiares, la fiesta, el desenfreno…todo eso también es vuestra boda y yo estoy para reflejarlo como tal.
Ese día en su mayoría simplemente me dedico a “estar ahí”. Mucha gente lo que ve es como disparas fotografías a lo loco, y en parte una boda que no se interrumpe para sacar fotografías es una pequeña locura. Pequeña y bendita locura. Mi trabajo es entregaros un recuerdo vivido en primera persona. Cada fotografía podrían haber sido los ojos de cualquiera de vuestros familiares, amigos e invitados.
Esa es la clave, ese es simplemente el truco. Y para vivir lo que vosotros vivís ese día, para crear esos recuerdos tan personales necesito respirar en el mismo aire que lo hacéis vosotros para aportar a mi fotografía toda la naturalidad posible. Necesito no ser un “fotógrafo” haciendo fotografías, sino un invitado de excepción en primera línea de todos vuestros momentos de ese gran día.
Quizá habéis llegado hasta aquí y estéis pensando: “Si todo lo que estamos viendo hasta ahora parecen “fotos mas menos posadas”, os invito a ir hasta la parte de abajo del todo de esta página o a la pestaña “BLOG” y ver BODAS COMPLETAS, ¡ahí comprenderéis de lo que hablo!
Os voy a entregar todas las fotografías editadas, tanto en color, como en blanco y negro en alta resolución, sin marca de agua. Todas quiere decir que no vais a tener solo las que vayan al álbum, sino una amplísima selección de vuestros mejores recuerdos (un mínimo de 400 fotografías).
No “jpgs” para que escojáis lo que luego se edita. NO. Lo que os entrego es el recuerdo total de vuestro día. Todo ello lo vais a recibir vía web (a través del área de cliente de la página) para que saquéis cuantas copias queráis, se las enviéis a familiares y amigos… En definitiva, es vuestro recuerdo, y no le veo sentido a limitarlo a una selección o cifra cerrada o a negociar precios por añadir o quitar mas o menos fotografías ni venderlas a posteriori.
Debéis comprender que una boda representa un carga considerable de trabajo, y dependiendo de los meses en los que nos encontremos puede juntarse con bastante trabajo extra, lo bueno es que al apenas procesar las fotografías, solo para darles ese toque que antes os he comentado en unos 150 días como máximo recibiréis la boda al completo.
EL ÁLBUM
Un recuerdo así de bello merece un recipiente acorde, porque, aunque me encante entregaros cientos y cientos de pequeños momentos en forma de fotografías, creo que las fotografías hay que tocarlas, que sentirlas, que respirarlas…
Por eso un álbum siempre ha sido, es y será el broche de oro para entregar un reportaje de boda.
Me decanté por un álbum que tenía todo lo que yo quería entregar a los novios que depositan en mí la responsabilidad de su día: Elegancia, sencillez y calidad. Sus medidas pueden ser en formato horizontal 38×25 cms o formato cuadrado 35×35 cms). Parten de 25 pliegos (50 paginas) aunque son ampliables hasta un máximo de 44 pliegos (88 paginas). A día de hoy ofrezco dos acabados, el Lino y el Velvet. ¡El día que nos veamos delante de una taza de café os enseño distintos ejemplos!
TARIFAS | 2023/24
BODA | MyWED:
–BODA, cobertura total.
–El tiempo que sea necesario para documentar con el máximo mimo y dedicación con exclusividad en vuestro día, desde los preparativos hasta aproximadamente una hora desde el comienzo de la fiesta.
-Un mínimo de 400 fotografías.
-Todas las fotografías en alta calidad sin marcas disponibles en Galería privada on-line durante al menos un año para su libre descarga.
-Todas las fotografías en color y B&N.
PRECIO: 1995€ (IVA incluido).
*Si la boda se celebra fuera de País Vasco o Cantabria (o algunas zonas limítrofes de ambas comunidades), puedes consultar las tarifas aquí.
Opcionales:
–Sesión PRE-BODA:.
-Un mínimo de 75 fotografías.
-Todas las fotografías en alta calidad sin marcas disponibles en Galería privada on-line durante al menos un año para su libre descarga.
-Todas las fotografías en color y B&N.
PRECIO: 295€ (IVA incluido).
-Sesión POST-BODA.
-Un mínimo de 100 fotografías.
-Todas las fotografías en alta calidad sin marcas disponibles en Galería privada on-line durante al menos un año para su libre descarga.
-Todas las fotografías en color y B&N.
PRECIO: 795€ (IVA incluido).
ÁLBUMES:
ÁLBUM LINO fine-art (25×38 cms o 35×35 cms):
-50 páginas de alto gramaje (800 gr). Apertura 180º sin pérdida. Hasta 120 fotografías. Papel fotográfico alta calidad con caja a juego y maquetación personalizada.
**En este formato las copias de padres son los llamados “Lino Minis” (20×30 o 25×25), maquetación idéntica que la del álbum principal. El precio es de 200€/Unidad IVA incluido (pedido mínimo 2 unidades).
PRECIO: 500€ (IVA incluido).
ÁLBUM VELVET fine-art (25×38 cms o 35×35 cms):
-50 páginas de alto gramaje (800 gr). Apertura 180º sin pérdida. Hasta 120 fotografías. Papel fotográfico alta calidad con caja a juego y maquetación personalizada.
**En este formato las copias de padres son los llamados “Velvet Minis” (20×30 o 25×25), maquetación idéntica que la del álbum principal. El precio es de 220€/Unidad IVA incluido (pedido mínimo 2 unidades).
PRECIO: 560€ (IVA incluido).
Creo que lo dejo todo bastante claro respecto a mis tarifas de boda en el apartado anterior, aun así, si estáis prestando atención a cada línea de este texto, que es lo que busco, que sepáis que si hacéis clic sobre esta frase podéis acceder a toda la info ampliada. Aunque mi principal área de trabajo es como fotógrafo de bodas en Bilbao y en toda la zona de País Vasco y Cantabria, no tengo impedimento en desplazarme. Entre 2016 y 2023 hay parejas que me han confiado (o ya he realizado) sus recuerdos en Valencia, Madrid, Galicia, Toledo, Asturias, La Rioja, Italia… He realizado bodas en fincas increíbles, en Bodegas, en pequeñas iglesias preciosas, en la casa de los propios novios … ¡Incluso a 2000 metros de altura rodeados de nieve en plenos picos de Europa!
¡Me encanta viajar y conocer gente nueva!
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