Me encanta como se desencadenan las cosas. Cuando una cosa se vuelve otra. Cuando de una idea nace otra nueva.
En esta sesión (que inicialmente era una sesión de retrato) las cosas se nos fueron de las manos, por esa magia que tienen las sesiones de fotografía, en las que muchas veces empiezas con una idea y acaba trasformándose en … ¡En lo que surja! Pues así paso. Una novia un poco previsora con un bikini en el bolso (bueno, un bikini…una camiseta, un pantalón…anda que no sabe na la joia) … así como quien no quiere la cosa … un venirse arriba todos … un fotógrafo a remojo (no se como me lo monto pero siempre acabo igual) y una maravillosa puesta de sol en esta sesión de pareja en Bilbao, bueno, en Bilbao Bilbao no, mas bien en la costa de Sopelana.
Tampoco tengo mucho mas que añadir … una sesión de retrato que se anima, una camiseta que se va, la hora perfecta de puesta de sol, la playa para casi nosotros solos, la ropa que sobra y pasión. Mucha pasión. Amor y pasión a partes iguales, y un fotógrafo con un 85mm en la distancia justa para dejarles deshinibirse pero se testigo de primera mano de ello.
